El ex fenómeno de Maryland jugó siete temporadas en la NBA con seis equipos. Su mejor etapa fue con los New Orleans Hornets (ahora Pelicans) durante la temporada 2012-2013, cuando lideró la liga en asistencias totales y terminó segundo en la carrera por el Premio al Jugador Más Mejorado de la NBA.
Sin embargo, durante la temporada 2015 todo cambió. El tobillo derecho de Vásquez comenzó a deteriorarse. Su documental “All I Ever Wanted” explicó que sus tobillos eran un problema menor cuando jugaba en las canchas de Caracas. No obstaculizó su capacidad a lo largo de su carrera universitaria, pero finalmente se convirtió en una lesión que puso fin a su carrera en 2016.
Su primera cirugía ocurrió en 2015. Luego otra en 2016. Apenas podía levantarse de la cama y apenas podía caminar. Vásquez dice que estaba deprimido. Lo único que quería era volver a la cancha.
Visitó a varios médicos en varios estados y probó diferentes programas para mejorar la salud del tobillo, pero nada funcionó. A medida que continuaba su lucha por regresar a la NBA, sus relaciones con familiares y amigos se deterioraron. Apartó a todos en un intento de volver a la cancha.
“Estaba siendo egoísta”, dijo Vásquez. “Quería jugar baloncesto. Quería terminar mi carrera de la manera correcta. Nunca se trató de dinero o fama ni nada de eso. Se trataba de demostrar mi valía una vez más”.